Por Plácido Morales Vázquez*
Chiapas está aquí en el corazón de México, en el Palacio de Bellas Artes, representado por ustedes Chiapanecos y Chiapanecas que viajaron de distintas regiones nuestras para conmemorar, nuestra mexicanidad. Antes estuvimos aquí en 1995, siendo yo el representante del Gobierno,en este palacio festejamos con la marimba de Seferino Nandayapa, y la voz de la tapachulteca Amparo Montes y la música nuestra; como el año pasado cuando escuchamos a los descendientes del músico chiapacorceño y las composiciones de los hermanos Dominguezotras veces también Chiapas estuvo aquí en los días posteriores al temblor del 85 ante la Ciudad devastada Federico Álvarez del Toro dirigió la Sinfónica Nacional para ejecutar la sinfonía de su genio "el Espíritu de la Tierra" acompasado de la marimba y de voces en náhuatl. Aquí también nos cimbró la recia voz de Jaime Sabines en dos inolvidables jornadas de su poesía.
Todos los pueblos reviven el pasado en suhistoria, de la nuestra que se pierde en la memoria por los remotos tiempos hablan las estelas de Palenque, los murales de Bonampak, la piedra y la argamasa de Yaxchilán o de Chincultik.
También hablan del pasado dos peregrinaciones: la del primer obispo Fray Bartolomé de las Casas con 47 dominicosquienes marcharon desde Salamanca, navegaron el mar y desembarcaron en Campeche para desde las costas hasta el Valle del Jovel peregrinar con el escapulario y la cruz, predicar el evangelio yenseñar el habla castellana. Antes otras marchas la de Luis Marín primero y la de Diego deMazariegos después, por el golfo, abrieron montañas para someter pueblos indómitos y más allá del gran río, fundar Chiapa de los Indios y Chiapa de los españoles en 1528, así nació el Chiapas mestizo cuyas sangres, lenguas,creencias y costumbres por 3 siglos mezcladasno se asimilaron a cabalidad en el alma Chiapaneca.
El Chiapas colonial llegó a los umbrales del Siglo XIX sin que ocurriera nada nuevo, al despuntar ese siglo, las ideas liberales recién diseminadas por Europa y América donde ya se había promulgado en la Constitución de Filadelfia en 1787; a la Capitanía General de Guatemala a la que pertenecíamos, no llegabancomo a los conventos y curatos del altiplano las ideas liberales, pero llegaría más tarde esegermen del movimiento de independencia.
En las 2 primeras décadas del siglo XIX, hubieron noticias de Chiapas que llegaban hasta la corona de España, una epidemia de viruela negra en 1803 y la orden real de aplicar la vacuna a todos los Chiapanecos, una inundación en Ciudad Real y no más que intrigas políticasentre la jerarquía eclesiástica y los visitadores; para la lejana provincia de los Chiapa, las convulsiones iniciadas en Dolores en 1810 y los años siguientes, eran acontecimientos distantes;una convocatoria en 1812 para nombrar a la diputación Chiapaneca que debería presentarse a las Cortes de Cádiz, rompió el letargo, Chiapas nombró a dos constituyentes uno fue el cura Pedro José Solórzano que llevaba algunas propuestas la principal un canal interoceánico en el Istmo de Tehuantepec obra que hasta ahora: En este gobierno será una realidad.
El Cura Solórzano en Cádiz; alcanzó algunos logros: el reconocimiento para Comitán delrango de Ciudad, y a Tuxtla y Tapachula la categoría de Villa.
La importancia de que aquellos villorios se convirtieran en ciudades era la legitimidad generada por el pueblo soberano ante la majestad del Rey, en esas fuentes de legitimidad derivada de la Constitución de Cádiz y delegada a los ayuntamientos que en su naciente autonomía sostuvieron la causa política, para años después,los ayuntamientos de: Comitán, el día 28 de agosto; de San Cristóbal el 8 de septiembre y posteriormente Chiapa y Tuxtla declararon suindependencia de la corona Española, en 1821,cuando se iniciaba el proceso de consumación del Movimiento de Independencia Nacional, Chiapas quedaba separado de la Corona Española.
Los vientos del liberalismo habían prendido la Chispa en Dolores aquel amanecer del 16 deseptiembre con el grito de Hidalgo, el incendio se convirtió en hoguera en las campañas de Morelos cuya refulgente estrella se apagó y a finales de la segunda década del Siglo XIX solo quedaban algunas hornazas en los montañas del sur con Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria, la Constitución de Cadiz se había restituido enEspaña, entonces aparecieron los de siempre, los negociadores en los entretelones que convocaron a las juntas de la Profesa, en la Ciudad de México y designaron como caudillo para consumar la independencia al realista Agustín de Iturbide, quien se coronaría emperador y en ese efímero imperio de 11 meses, se instaló lo que sería una monarquía parlamentaria, Chiapas eligió a su diputación para representarnos en el Congreso Constituyente, como casi todo Centroamérica, fue parte del Imperio de Iturbide.
Con la abdicación de Iturbide, Chiapas quedóen libertad y al igual que en el centro gobernó una Regencia, nosotros en aquellos años de 1822 y 1823 nos gobernamos por una junta provisional, disuelta por la expedición de Vicente Filisola, lo que dio motivo al primerlevantamiento Chiapaneco, el de Comitán con el "Plan Chiapas Libre", los ejércitos del centro se retiraron y se instaló nuevamente una junta suprema, tras el reconocimiento por México, ante la gestión del Cura Solórzano el Ministro de la regencia mexicana: Lucas Alamán declara en una carta la libertad de la provincia de Chiapas, de formar parte de la Unión de repúblicas centroamericanas, Guatemala o México, así comienza este sinuoso proceso que nos llevó a definirnos mexicanos.
La junta Suprema Gubernativa determinó hacer una consulta general a los 12 partidos en que se dividía Chiapas, la convocatoria se lanzó el 23 de marzo de 1824 y el escrutinio se practicó el día 12, y el 14 de Septiembre se publicó el bando solemne y quedamos unidos legal y legítimamente y para siempre a la federación Mexicana.
Los resultados fueron: 96,829 por México;60,400 por Guatemala y 15,724 se declararon neutrales, aquel ejercicio sin precedente dio un resultado, que certificó el enviado de la Regencia Mexicana, Guatemala no acreditó representante, aun así mantuvo una larga reclamación que concluyó hasta la firma de los tratados de límitesentre México y Guatemala hasta finales delturbulento siglo XIX.
Así nació el estado libre y soberano y mexicano de Chiapas, a dos siglos de distancia, hoy qué conmemoramos?.
La decisión soberana manifiesta del pueblode entonces de ser mexicanos, la visión de la mayoría de quienes hicieron posible el plebiscito, la simiente liberal llegaba a Chiapas, en los religiosos, los libros estaban en las bibliotecas de los claustros, ahí a la sombra de las bóvedas y a la luz de las velas, muchos religiosos descubrieron ideas de libertad y de igualdad, que les dieron esa visión futura que el liberalismo en su plenitud estaba al norte y no en Centroamérica.
México vino a Chiapas en las Leyes de Reforma, Chiapas fue México cuando la patria estuvo amenazada aquel 5 de mayo en Puebla.
Chiapas vino a México, en la dignidad representada por Belisario Domínguez, México llegó a Chiapas con las reformas de la justicia social cardenista.
Chiapas vino a México en el lúcido pensamiento jurídico de Emilio Rabasa, en la palabra del Constituyente Luis Espinosa.
Qué es Chiapas? una realidad y una idea, que susbsiste en su universo natural y cultural, en su geografía delimitada de Centroamérica por una frontera frágil en la que se define un mapa cubierto todavía de bosques y selvas, surcado por ríos, separados por montañas que trazan regiones y valles forjadores de pueblos diferentes unidos por el principio de una existencia común.
Ese es el Chiapas natural, sobre él se asienta un Chiapas presente que se hace más existente en el hacer y el pensar de su gente: de quienes cultivan la tierra, tejen el colorido de las vestimentas, comercian en plazas y caminos; en los trabajadores que en su recia labor construyen casas y presas; quienes enseñan en las aulas, investigan para la ciencia conocimientos y también la práctica ancestral para la atención de las enfermedades; quienes cuidan con celo los bosques y selvas.
Lo nuestro es presencia universal en la narrativa de Rosario Castellanos, comiteca que retrató a la perfección el dolor de la expoliación de los indios, el abnegado sufrimiento de las mujeres ladinas e indias sometidas por la dominación patriarcal, origen y causa del feminismo predicado por ella desde hace 6 décadas.
Ese Chiapas presente es el Chiapas Mexicano, al que debemos conocer más, para ello buscamos en el pasado la respuesta: Quiénes somos? De dónde venimos?. Venimos de ahí, donde se encuentran las expediciones y las peregrinaciones, que después se mezclan con otras migraciones: la de los afroamericanos, la de los alemanes que vinieron a cultivar el oro verde del café, la de los chinos, japoneses, libaneses, italianos y árabes que se asentaron por donde pasaba el tren, eso somos, una mezconlanza de sangres y costumbres. Venimos de un ejercicio no visto en los siglos pasados, un plebiscito para definir una nacionalidad.
Chiapas hoy, es la alegría de las fiestas patronales, las marimbas en las plazas, la algarabía de las barriadas, la rueda de la fortuna, alegre y fugaz como la propia vida, en el resonar de las marimbas a cuyas maderas los artistas arrancan sonidos y armonía viva en la que subyace el alma popular, es festivo en el sonsonete de los parachicos, en el redoble rítmico del tambor y el inagotable silbar del carrizo del carnaval de Coita, Chiapas huele a incienso de los templos en Tenejapa o en Chenalhó, y a la pólvora de la cuetería de algún festejo combinado con el colorido de los trajes típicos tejidos por las manos de las mujeres de Zinacantán, es también el estupor de contemplar sus bellezas naturales, la arqueología maya perdida en la noche de los tiempos, devorada y oculta por la selva para un día asombrarnos con el milagro de Bonampak.
Ese es el Chiapas alegre y festivo, pero hay otro Chiapas el del dolor que nos duele, el de quienes sin ser nuestros son también hermanos: los migrantes expulsados por la miseria. el de los indígenas sin caminos y sin agua, sin salud, esperando en la desesperanza, el de las mujeres que al dar vida entregan la propia, el de los jóvenes sin oportunidad de escuela o de trabajo, el de la deforestación y destrucción de los bosques y selvas, el de la doliente arpa y guitarra de los parajes indígenas con las que suenan al viento su apagada alegría de vivir.
Chiapas es México, desde los montes del cacao y del café del Soconusco, de la Sierra cuya vertiente riega por Tonalá y Pijijiapan los mares, lagunas y esteros de Acapetahua. Chiapas es México desde el Jovel o el Junchavín, desde las montañas de Mezcalapa, las lagunas de Catazajá, los montes y la cañadas de la Lacandonia, las praderas de Pichucalco y de Palenque, los maizales de la Frailesca, los valles de Cintalapa y Jiquipilas, y las múltiples regiones de Ocozocoautla, es México en la cuenca del Grijalva que baña a tantos pueblos: Chiapa, Acala, Ixhuatán y Osumacinta, Chiapas es México en Palenque y Yazchilán; en el sincretismo religioso de San Juan Chamula y en las manos que moldean el barro en Amatenango.
Ese es el Chiapas que un día como hoy de hace 199 años abrió a la historia su declaración de ser mexicano, ese Chiapas que hoy nos une, nos motiva a conocerlo para amarlo más, a descifrar su entrañable misterio oculto en las piedras de Toniná y de Izapa en el observatorio de Palenque desde el que por siglos los antiguos mayas contemplaron el eterno movimiento de las estrellas, ese Chiapas olvidado en la noche de la colonia, revivido por quienes nos hicieron más mexicanos, ese Chiapas festivo y melancólico, triste, doliente y desafiante, el Chiapas que nos une y nos unirá hasta el fin.
Dijo el poeta Jaime Sabines: "entreteneos aquí con la esperanza. El júbilo del día que vendrá os germina en los ojos como una luz reciente. Pero ese día que vendrá no ha de venir, es este".
Ese es hoy Chiapanecas y Chiapanecos el día que esa tierra por nosotros tan amada, la hagamos más nuestra, que juntos los de aquí y los de allá emprendamos el inmenso compromiso de hacer de Chiapas una tierra de armonía, de paz, de justicia y de esperanza.
Viva Chiapas, Viva México, Viva Chiapas Mexicano.
(*) Magistrado presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA).