CIUDAD DE MÉXICO - Según los científicos, la Ciudad de México podría enfrentar un “Día Cero” en el año 2028, un día en el que el suministro de agua se agotaría por completo. Este pronóstico se basa en el ritmo actual de extracción de agua. Sin embargo, si se toman medidas urgentes para reducir el consumo y mejorar el manejo del recurso, esta situación podría evitarse o retrasarse.
El “Día Cero” puede tener graves consecuencias en la salud, economía y el medio ambiente, como enfermedades transmitidas por el agua contaminada, escasez de alimentos y productos básicos, conflictos sociales por el acceso al agua y deterioro ecológico.
La Ciudad de México se abastece en un 40% de agua proveniente de fuera, mientras que el 60% restante proviene de pozos locales. La tasa de hundimiento de los suelos debido a la extracción de agua subterránea es de hasta 40 centímetros por año. Además, en 2018, el 35% del agua de la ciudad se desperdiciaba por fugas de agua.
Para evitar el “Día Cero”, se pueden tomar algunas medidas como utilizar un vaso de agua para lavarse los dientes, no dejar la llave abierta, tomar duchas de solo cinco minutos y cerrar la llave mientras no se usa, reusar el agua que queda de la lavadora, revisar y reparar fugas en llaves, tuberías y demás instalaciones al interior de los domicilios, así como reportar a tiempo las fugas públicas.
La Ciudad de México se enfrenta a un desafío monumental, pero con la acción colectiva y la gestión sostenible del agua, podemos evitar el “Día Cero”. Es hora de tomar medidas para proteger nuestro recurso más valioso: el agua.