Los doce apóstoles desempeñaron un papel fundamental en la propagación del cristianismo primitivo. Aunque sus destinos varían según las fuentes históricas y religiosas, aquí presentamos una visión general de cómo murieron algunos de ellos:
1. Simón Pedro
Simón Pedro, uno de los discípulos más cercanos a Jesús, enfrentó múltiples juicios en Roma. Finalmente, fue crucificado, pero pidió ser colocado boca abajo en la cruz, considerándose indigno de morir de la misma manera que su Salvador.
2. Andrés
Andrés, hermano de Pedro, viajó a Patras, Grecia. Allí, debatió con el procónsul romano Aegeates sobre religión. Al mantenerse firme en su fe, fue azotado y luego atado a una cruz para sufrir durante más tiempo antes de morir.
3. Juan el Revelador
Juan el Revelador, también conocido como Juan el Amado, vivió en exilio en la Isla de Patmos. Según la doctrina del evangelio restaurado, murió por causas naturales. Sin embargo, la Biblia no proporciona detalles específicos sobre su muerte.
4. Judas Iscariote
Judas Iscariote traicionó a Jesús y luego se ahorcó.
5. Santiago, hijo de Zebedeo
Santiago, hijo de Zebedeo, fue decapitado en Jerusalén por orden de Herodes Agripa.
6. Tomás
Tomás llevó el evangelio a India. Allí, fue martirizado por los brahmanes, quienes lo apuñalaron con una lanza.
7. Felipe
Felipe predicó en Frigia y fue crucificado boca abajo o colgado en una cruz.
8. Mateo
Mateo predicó en Etiopía y fue asesinado con una espada.
9. Santiago, hijo de Alfeo
Santiago, hijo de Alfeo, predicó en Siria y fue apedreado hasta la muerte.
10. Simón el Zelote
Simón el Zelote viajó a Persia y predicó allí. Fue asesinado por sermón y luego sierra.
11. Tadeo (Judas, hijo de Santiago)
Tadeo predicó en Mesopotamia y fue martirizado con una hacha.
12. Bartolomé (Natanael)
Bartolomé viajó a India y predicó allí. Fue desollado vivo o decapitado.
Es importante recordar que estos relatos provienen de diversas fuentes y pueden variar. La fe y la tradición han influido en cómo recordamos a estos apóstoles y sus sacrificios. A pesar de las circunstancias difíciles, su legado sigue vivo en la historia del cristianismo.