REDACCIÓN.
En una noche vibrante en el Etihad Stadium, el Real Madrid y el Manchester City protagonizaron un encuentro que quedará grabado en la memoria de los aficionados al fútbol. El partido de vuelta de los cuartos de final de la UEFA Champions League culminó en un empate 1-1, llevando la decisión a una tensa tanda de penaltis.
El Real Madrid, con su espíritu combativo, abrió el marcador temprano en el juego gracias a un gol de Rodrygo en el minuto 11:49. El equipo blanco mantuvo la ventaja durante la mayor parte del encuentro, defendiendo con uñas y dientes cada ataque del Manchester City.
Sin embargo, el equipo inglés, conocido por su tenacidad, no se dio por vencido y encontró su recompensa en el minuto 75:19 con un gol de Kevin De Bruyne. Este tanto revitalizó las esperanzas del City y llevó el partido a un ritmo frenético en los minutos finales.
A pesar de la dominante posesión del balón del Manchester City, que alcanzó un 67%, y sus múltiples intentos de gol, con 30 tiros totales y 10 a puerta, el Real Madrid supo resistir. Con solo un 33% de posesión y 8 tiros totales, el equipo merengue demostró que la eficiencia y la estrategia pueden ser tan decisivas como la presión constante.
La igualdad en el marcador persistió hasta el final del tiempo reglamentario, y la suerte de ambos equipos se dejó en manos de los penaltis. En una exhibición de nervios de acero, el Real Madrid se impuso por 4-3, sellando su pase a las semifinales de la competición más prestigiosa de clubes en Europa.
Con este resultado, el Real Madrid continúa su camino en busca de otra gloria europea, mientras que el Manchester City reflexiona sobre lo que pudo haber sido. El fútbol, una vez más, demostró ser un deporte donde la pasión y la incertidumbre se entrelazan en cada partido.
Para más detalles y análisis del partido, se recomienda a los lectores visitar las fuentes oficiales de la UEFA y los principales medios deportivos.