POR RAQUEL MENDOZA
Los agricultores están preocupados por la recomendación del Conacyt de limitar a la mitad la importación de glifosato, ya que no ofrece alternativas viables. Además, al prohibir el herbicida más ampliamente usado y efectivo en los Estados Unidos y el resto del mundo, esta medida aumentará el costo de los insumos agrícolas, la producción en campo se verá significativamente impactada.
De acuerdo con Luis Eduardo González Cepeda, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos, UMFFAAC, dijo que "la propuesta del Conacyt no tiene base científica, ya que omite mencionar el estudio más reciente de la Unión Europea que concluye que "la clasificación del glifosato como cancerígeno no estaba justificado" y, en cambio, se basa en datos no confiables y no publicados del país de origen para respaldar su oposición al glifosato.
En junio de 2021, el Glyphosate Renewal Group, integrado por Francia, Hungría, Suecia y los Países Bajos, presentó un informe detallado, de más de 11 mil páginas, que incluía una extensa evaluación de estudios científicos, para extender la licencia de uso del herbicida en Europa.Sin embargo, según el director ejecutivo de Procyt, Cristian García de Paz, Conacyt es un actor importante en el campo de la protección de cultivos, la ciencia y la tecnología "la investigación de alternativas al glifosato no es posible porque solo Bayer ha comprometido una inversión de más de 5 mil millones de dólares para la década". 2019-2029 (alrededor de 105 mil millones de pesos), cuando el presupuesto de investigación del Conacyt es de 4 mil 600 millones de pesos, y que ya está destinado a servicios personales y gastos de funcionamiento de los distintos centros de investigación del país”.
El Director del PROCCYT continuó diciendo que es inaceptable que la organización encargada de coordinar la investigación científica en el país ni siquiera haya llamado a la industria de plaguicidas a unir esfuerzos en la búsqueda de alternativas al glifosato.
Ambos directivos coincidieron en que la política agrícola debe basarse en la ciencia y no en el prejuicio contra una industria que ha permitido que México se convierta en una potencia agroexportadora y ha establecido un compromiso permanente de contribuir al desarrollo del campo mexicano y así lograr uno de los objetivos centrales de la actual administración, a saber, la autosuficiencia alimentaria.