POR RAQUEL MENDOZA
En el marco de sus 20 años de trayectoria musical, el cantautor Carlos Macías ofreció un concierto lleno de romanticismo con localidades agotadas e invitados de lujo como Vianey Larraga, viuda de Agustín Lara; Martín Urieta, presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) y el escultor Sebastián en el Centro Cultural Roberto Cantoral.
El cantautor chiapaneco, recién regresado de una gira por Dubái y España, en donde fue reconocido con la medalla Agustín Lara, recibida también por artistas de la talla de Juan Gabriel y Placido Domingo, fue un éxito rotundo.
Tras una breve semblanza por parte del maestro de ceremonias Carlos Dorantes, apareció el poeta Macías quien agradeció a su público y compartió su emoción y agradecimento de presentarse en un lugar como El Centro Cultural Roberto Cantoral, “es un recinto especial y que huele tanto a Armando Manzanero”, expresó antes de comenzar su concierto en el teatro con la mejor acústica en América Latina.
Entre sus invitados se encontraba Vianey Larraga, quien subió al escenario a entregarle un reconocimiento por su trayectoria.
“Celebro 20 años como compositor y 10 de cantautor”, comentó el chiapaneco. Quien comentó estar preocupado por su voz debido a su gira, esta no fue impedimento para disfrutar la velada que duró casi tres horas.
Lo que más disfruta Macías es que la gente pueda identifcarse con su música, tomar prestadas sus canciones y es algo que ha logrado cumplir, tal como lo expresó Urieta, “La composición, el arte de escribir canciones es como el fútbol. Existen compositores de primera, segunda y tercera división pero hay otros de Selección Nacional y son aquellos que los canta el pueblo”.
El concierto estuvo lleno de buen humor y de fans coreando cada una de las canciones del interprete tal como sus éxitos “Y sin Embargo” y “Basta” con músicos de primer nivel, incluso una marimba chiapaneca.
Carlos Macías agradeció a su público el hecho de haber comprado boletos para poder acompañarlo, “no es la cantidad de me gusta o seguidores si no el hecho de que la gente compre un boleto para venir a verte”.