Por ERASTO ENSÁSTIGA SANTIAGO
Las personas que tenemos alguna dedicación a la actividad política, con frecuencia somos requeridos para expresar nuestra opinión sobre los temas más dispares como la problemática del desempleo; el derecho de la autodeterminación de los naciones; la política económica; el federalismo; el presupuesto; la ley electoral, la política de alianzas; el aborto; el fundamentalismo; la migración; la reforma eléctrica; el litio; la pandemia de la covid-19; la carestía y; la polarización política entre otros temas. Con tal variedad de temas, es necesario hacer y presentar un análisis de lo concreto a lo abstracto y de lo abstracto a lo concreto; es decir, contestar desde lo teórico para poder interpretar y a través de lo político, proponer.
Un tema que está en boca de todos, que se pregunta, preocupa y que la oposición a la 4T utiliza para atacar al presidente AMLO es la polarización política. Es cierto que la sociedad se ha polarizado de forma notable en las últimas décadas, quizá por un alto grado de interés en los asuntos públicos por parte de la ciudadanía, junto con el vasto acceso a la información por la internet. La polarización se presenta a través de una mayor distancia entre las opiniones de los votantes, principalmente por dos opciones políticas distintas. No necesariamente es lo mismo la polarización de los partidos políticos y la polarización de los votantes.
La polarización política siempre ha existido en la historia de la humanidad, por lo que no es una novedad en México ni en el Mundo. Filósofos como Hegel establecieron que la evolución del hombre se desarrolla por contradicciones de cada una de sus etapas establecidas. Marx profundiza a través del materialismo dialéctico que la confrontación de opuestos va definiendo la evolución de las sociedades. En el manifiesto comunista, Marx señala "La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes".
Es así que la confrontación de ideas o polarización política es parte fundamental de la transformación de las sociedades. Los defensores del orden social que prevalece, siempre definidos como conservadores, debido a que no quieren que cambien sus privilegios, luchan con todas sus fuerzas para desacreditar toda transformación que atente contra sus intereses. Olvidan o desconocen que todo lo que existe, existe por necesidad. Pero, de la misma forma, todo lo que existe está condenado a perecer, a ser transformado en otra cosa. Así, lo que es necesario en un momento y lugar se hace innecesario en otro. Todas las cosas contienen su opuesto, que está destinado a sustituirle y negarle. Esto es válido tanto para las cosas vivientes individuales, como para las sociedades.
Pero no todo es confrontación de ideas en la disputa por el poder, hemos visto en las últimas elecciones presidenciales campañas de odio, de discriminación y hasta de mofa contra candidatos que atentan contra el poder político, social y sobre todo económico que ha dominado y se ha beneficiado en México; campañas en radio, televisión, prensa escrita e internet, señalando de populistas, ignorantes y de dictadores que manipulan al pueblo a quienes se atreven a desafiarlos. De esta manera, propagan el miedo, el resentimiento, el odio y con su gran control de los medios de comunicación intentan, y muy pocas veces a decir verdad, logran que una mayoría de la población les crea.
Estamos en plena lucha por la transformación de la sociedad en México, la confrontación de ideas o mejor dicho la polarización política es un asunto que debe estar en boca de todos, ya que solo con la opinión, decisión y participación de la mayoría de la población, se pueden lograr cambios sustantivos que erradiquen las grandes desigualdades sociales y económicas.
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