Por Alejandro Ramos Magaña
Mañana se cumple un año del desplome de un tramo elevado de la Línea 12 del Metro. Y también en este periodo la impunidad y la corrupción vuelven a ganar terreno.
Vaya forma de restarle presión al caso de la Línea 12 del Metro, el presidente Andrés Manuel López Obrador prefirió las reuniones privadas, sin transparencia, “entre cuates”, para acomodar su versión de que todo se resolverá con la “voluntad política” de los involucrados directa o indirectamente en la tragedia.
Desde julio de 2021, López Obrador anunció el final a modo en este caso, pues dijo que hay voluntad política del empresario Carlos Slim para rehabilitar la Línea 12. Así, sin mayor claridad y justicia, el presidente bajó el telón de una de las peores tragedias en el Metro.
“Se avanzó bastante, vamos por buen camino sin dejar la investigación judicial”, dijo el tabasqueño en una de sus mañaneras. En las que por cierto siempre minimizó el hecho como si se tratara de un accidente laminero.
Sin esperar la conclusión final de los peritales técnicos y judiciales, López Obrador privilegió las reuniones privadas con el empresario y con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. De hecho le quitó el caso a quien debería haber asumido a fondo todas las investigaciones y que era la propia titular de gobierno capitalino.
El hombre más rico del país ya recibió el trato preferencial, pues una de sus empresas, Grupo Carso, fue la que construyó el tramo elevado que se desplomó el 3 de mayo pasado y dejó 26 muertos y 104 heridos.
Slim es un hombre muy cercano al presidente, y desde que era jefe de Gobierno, López Obrador (2000-2006), le abrió las puertas al empresario para la rehabilitación del Centro Histórico. Hoy participa en las obras del Tren Maya (por cierto proyecto señado por expertos de cometer ecocidio en la ruta del proyecto ferroviario).
Con estas reuniones privadas, la ansiada justicia en este caso de la Línea 12 del Metro es muy probable que se diluyan con las buenas voluntades políticas.
Y de culpables, nada. Tal vez si tratara de exfuncionarios o funcionarios de oposición toda la “furia” del presidente y de su partido Morena ya estarían exigiendo renuncias, juicios sumarios y cárcel para los responsables.
Y quien también debe estar tranquilo, gracias al apoyo del presidente, es Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, y quien era jefe de Gobierno (2006-2012), cuando se construyó la también llamada Línea Dorada. Él fue el responsable directo de toda la obra y no se movía nada sin su autorización.
Los primeros dictámenes técnicos que entregó la empresa noruega DNV halló seis fallas estructurales en la construcción del tramo elevado que colapsó. Trabajos mal hechos, con material de baja calidad y omisiones de supervisión. A la misma conclusión llegó el Colegio de Ingenieros Civiles de México. Además, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) halló anomalías como la sustracción de bitácoras de obra y la pérdida de un registro sobre las pruebas de uno de los peritajes del desplome del tramo elevado.
Asimismo, MCCI encontró bitácoras de obra de 2008-2012 con “alertas” sobre omisiones e irregularidades en tramos que construía Grupo Carso, como la subcontratación de empresas sin las certificaciones requeridas, falta de varillas en cabezales, fallas en fabricación de trabes y pernos faltantes en estructuras, entre otras.
Sheinbaum, desde que ocurrió la tragedia, sólo se concretó a decir que en el caso habrá justicia y que es necesaria la rehabilitación de la línea. Y este lunes dijo que el 91% de las familias afectadas aceptaron el acuerdo reparatorio. Y de la cantidad de irregularidades e impunidades ni una sola palabra.
El peritaje judicial que realizó la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, cuya titular, Ernestina Godoy, aún no ha logrado una resolución penal contra nadie. La batalla legal de fiscalía sigue contra ocho ex funcionarios y dos representantes de empresas constructoras.
Lo que hasta ahora queda claro es que todo se arregla en privado, en lo oscurito, y que la justicia sólo sirva para las narrativas de un gobierno que presume combatir la corrupción y la impunidad.
EL CONTENIDO EXPRESADO EN LOS ARTÍCULOS SON RESPONSABILIDAD EXCLUSIVA DE LOS AUTORES Y NO REPRESENTAN LA POSTURA POLÍTICA DEL DIARIO CLARO CLICK INFORMATIVO.