Por Carlos Hernández
Foto: ESPECIAL
Un arco que se levanta esplendoroso, sublime y majestuoso ante los ojos de oriundos y turistas, en tonos naranjas y con un aroma muy peculiar, que anuncia la visita más esperada, intangible pero que despierta los sentimientos y recuerdos, se agrega un particular olor y las figuras distintivas en tonos grises y blancos que se elevan al cielo como una oración de bienvenida: es el cempasúchil y el copal que abren el portal para que sus seres amados pasen a este mundo terrenal y los honren con su visita anual.
Ubicada al norte del estado de Hidalgo, Huejutla de Reyes, lugar de los sauces, lugar de tradiciones, cultura, sabores y colores, con gente amable y que denotan una alegría y un gran cariño a cada visitante, estar ahí es estar en familia. Ahí es la sede de una de las celebraciones mexicanas con más estilo y armonía a la muerte, es Xantolo “la fiesta de las animas”.
Es su fiesta de día de muertos que no inicia a finales de octubre, ni culmina el dos de noviembre como en gran parte del país, esta inicia sus preparativos desde junio, mes en el que siembran la flor de cempasúchil, preparan a los animales que engordaran para los platillos típicos que comerán y ofrendarán los primeros dos días de noviembre, y empiezan los bordados en los manteles que engalanarán los altares para sus fieles difuntos.
La primera ofrenda del 29 de septiembre, para que se les permita a los muertos bajar a su fiesta, también es en honor a la siembra y cosecha del maíz, la siguiente ofrenda se lleva a cabo el 18 de octubre solicitando el permiso para quienes murieron en desgracia, con violencia, traicionados, o que hubieran cometido alguna falta, así ningúna alma se quedará sin la magia de Xantolo.
El final de Xantolo es el 30 de noviembre día que se despide a los muertos con la última ofrenda, seis meses donde la huasteca hidalguense con gran sentimiento honra a sus muertos.
Xantolo en su máximo esplendor
Ha llegado el último domingo de octubre, las familias huastecas se reúnen para erigir ante el altar un gran arco floral, que significa la unión de quienes viven en la tierra con los que ya habitan en el cielo.
Con una alfombra de honor para que las almas de los muertos pasen del más allá al mundo terrenal, un camino colorido con los pétalos de la flor de cempasúchil, que las ilumina rumbo a su hogar tal cual resplandor como el oro, que inicia en el altar y hasta la puerta de la casa, se mezclan la fragancia del cempasúchil y el penetrante aroma del copal, que mantienen encendido para purificar el lugar y las almas que llegan a degustar los platillos y bebidas que en vida disfrutaban.
“Es la fiesta de todos los santos dónde nuestros seres queridos vienen y visitan a la familia, dónde se unen dos mundos en un compás de armonía y festival, dónde las danzas y el humo del copal guían a las almas a degustar de los alimentos que en vida les encantaban, el xantolo para mí es risas, canto y llanto” comparte Mario Torres, nacido en Huejutla y actualmente residente de la CdMx.
Tradición que pasa de generación en generación, que transmite el sentimiento de pertenencia, que memoriza el sentimiento de amor familiar, como promesa eterna que no puedra romperse cuando la muerte separe a las personas de forma física pero no espiritual.
Cada huasteco hidalguense tiene una cosmovisión de lo que representa Xantolo, para Noemí Sánchez, oriunda de Huejutla, es un universo de emociones, “es un cúmulo de sentimientos encontrados, alegría, tristeza, llanto, carcajadas y melancolía, desde que inicia la primera ofrenda, por qué sentimos ya la presencia de nuestros seres queridos, y el día 2 (de noviembre), en el panteón: es llanto, música, canto, cohetes, una verdadera algarabía”.
En todo México se recuerda a los seres amados que han trascendido, en formas, tradiciones y costumbres diferentes pero muy significativas, por lo que; con fé, gran pasión, comida exquisita, bailes, cantos, gran hospitalidad, colores, olores y grandes recuerdos que acomular “Xantolo 2022” recibirá con brazos abiertos a los más de 50 mil visitantes que las autoridades esperan para esta edición que nuevamente será presencial.
En entrevista la Mtra. Liliana Oviedo, secretaria de turismo municipal, dijo a Más Claro que esperan una derrama económica superior a los 80 millones de pesos, pues este año se abre nuevamente a visitantes, con actividades masivas, principalmente en la explanada municipal, “es algo majestuoso, forma parte de nuestra cultura general, son días de asueto para compartir en familia y celebrar nuestra tradición, recordar y celebrar a nuestros muertos, los niños esperan con gran emoción esta fecha”, expresó la encargada turística huejutlense.
Puntualizó que este año la ocupación hotelera tienes ya días que llegó al 100 por ciento, y que inclusive recurrieron a una iniciativa para que familias huejutlenses reciban en sus hogares a turistas, pues la demanda de hospedaje es, por mucho, mayor a la capacidad con la que cuenta el Municipio.
Digno es mencionar que Xantolo no tiene religión, sino que es la cosmovisión de los pueblos indígenas en relación a la vida y la muerte, conjugando así con lo cíclico de la vida, de la naturaleza y el fiel agradecimiento a la madre tierra por los productos que ella otorga durante el año.
¡Visita Huejutla!