Por Jair de la Cruz
Andrés Manuel no puede contra el sueño, eso de despertarse diario a las 4 con 30 de la mañana para dar su discurso en las mañaneras le están cobrando factura, Andrés Manuel se está quedando dormido en su escritorio cuando el ente se vuelve a materializar y le habla;
Andrés, no tengas miedo, lo que acabas de ver es real, eras tú, el joven político con verdaderos sueños de transformación, es la transformación pasada, tu transformación del pasado, esa que te inició en este camino y la que quizá hayas olvidado, ahora te visitará la transformación presente. Como la anterior, debes poner atención, si quieres, para que tomes tus propias decisiones.
Andrés Manuel cae rendido al sueño sobre su escritorio y comienza a soñar...
Esta vez es él Andrés del presente el que guía al Andrés soñador, lo toma de la mano y lo lleva a las oficinas de su partido Morena, ahí observa cómo su partido se ha convertido en una secta política que da candidaturas a sus amigos, incluso a enemigos, todo con tal de permanecer en el poder, observa cómo los verdaderos fundadores, ese pueblo que lleno las convenciones y ayudó a que Morena naciera como partido político, están todos abarrotados en una caja de archivo muerto. El Andrés del sueño le dice al Andrés soñador;
-No podemos pedir unidad al país, cuando nuestra propia casa está dividida y sectarizada, eres tú el principal responsable al interponerte cada que puedes en los procesos de tu casa, creando competencias inútiles entre tus propios amigos, esto que ves es el reflejo de lo que tu has permitido y promovido.
Acto seguido, el del sueño lo toma de la mano y lo lleva kilómetros al cielo, mostrando una panorámica del país muy precisa, en donde Andrés Manuel puede observar una marcada división del país, un país que pareciera se está incendiando y en donde una sombra negra cada vez va ganando más terreno, Andrés Manuel se queda absorto al ver esta fotografía del país que el mismo se negaba a ver.
El Andrés del sueño lo regresa a su oficina y le dice;
Lo que acabas de ver es el verdadero país que se ha fragmentado gracias a tus discursos de doble fondo, en donde al mismo tiempo que llamas a la unión, polarizas a tu pueblo haciéndoles creer que todo se resume a una lucha de clases, y como tu eres partidario de una de esas clases utilizas el poder que ostentas para convertir a mas mexicanos en una de esas clases y sumes seguidores, en lugar de sacar a aquellos de su miseria los estas metiendo a un barril sin fondo del que muy difícil les será escapar, ¡Oh Andrés! ¿Que estas haciendo? Que la venda de poder que tienes en los ojos se te caiga rápido para que puedas ver la realidad y te alejes de tu fantasía.
¡Despierta!
Andrés despertó de súbito, y aún sin creer en lo que acababa de experimentar, acomodo los papeles de su escritorio y camino a su cama, a dormir cómodamente en su palacio.
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