¿Protesta juvenil o montaje político? Generación Z prepara marcha en CDMX… y la derecha ya se infiltra
La próxima marcha de la Generación Z en CDMX genera alerta: colectivos juveniles advierten infiltración de grupos de derecha. ¿Quién está detrás del “despertar ciudadano”?
Por Mario Victorino
La Ciudad de México se prepara para una nueva movilización convocada por jóvenes de la Generación Z, programada para el próximo 15 de noviembre. Aunque la protesta se presenta como apartidista y ciudadana, diversos colectivos juveniles han comenzado a denunciar la posible infiltración de grupos de derecha que buscan capitalizar el descontento social con fines políticos.
La marcha, que partirá del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo capitalino, promete reunir a miles de jóvenes con consignas sobre seguridad, justicia, empleo y participación democrática. Sin embargo, desde días antes del evento, han circulado evidencias de que organizaciones conservadoras, influencers con vínculos partidistas y operadores políticos estarían detrás de la logística y el discurso público.
¿Autenticidad o simulación?
La convocatoria ha generado un intenso debate en redes sociales. Mientras algunos jóvenes defienden la movilización como una expresión legítima de hartazgo generacional, otros advierten que se trata de una estrategia encubierta para posicionar narrativas de derecha bajo el disfraz de protesta ciudadana.
Colectivos independientes señalan que el lenguaje de la convocatoria, los perfiles de los voceros y la estructura organizativa muestran patrones similares a campañas políticas previas. También alertan sobre el riesgo de que demandas genuinas como seguridad y oportunidades laborales sean instrumentalizadas para fines electorales.
CDMX en alerta: autoridades preparan operativo
Ante la expectativa de una marcha masiva y la posibilidad de confrontaciones, el gobierno de la Ciudad de México ha anunciado un operativo de seguridad con presencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en puntos clave. Se prevé el cierre parcial de vialidades y monitoreo constante para evitar incidentes.
La administración capitalina ha reiterado su respeto al derecho de manifestación, pero también ha advertido que no permitirá actos de provocación ni vandalismo. El contexto político y la tensión entre grupos juveniles y operadores conservadores colocan a esta marcha en el centro del debate nacional.
¿Qué está en juego?
La movilización del 15 de noviembre podría marcar un punto de inflexión en la participación política de la Generación Z. Si se consolida como una protesta auténtica, podría abrir nuevos espacios de representación juvenil. Pero si se confirma la infiltración, el evento podría convertirse en un caso emblemático de simulación política y manipulación del discurso ciudadano.
La marcha aún no ocurre, pero ya está generando ruido, sospechas y posicionamientos. El país observa con atención lo que podría ser el inicio de una nueva etapa en la disputa por el relato público.