Farmacias del Bienestar: ¿solución al desabasto o nuevo control político de la salud?
El gobierno inicia Farmacias del Bienestar para garantizar medicamentos gratuitos y complementar Salud casa por casa. Polémica por abasto y control político.
Por Mario Victorino
El gobierno federal lanzó oficialmente el programa Farmacias del Bienestar, concebido como la segunda etapa de la estrategia Salud casa por casa. Tras haber realizado más de ocho millones de visitas domiciliarias para atender a adultos mayores y personas con discapacidad, ahora se busca garantizar el abasto gratuito de medicamentos a través de farmacias públicas instaladas en centros de salud y Tiendas del Bienestar.
El arranque en el Estado de México
La presidenta Claudia Sheinbaum encabezó la ceremonia de inicio en el Estado de México, donde se instalaron los primeros 500 módulos. Durante su intervención, afirmó que el objetivo es que en marzo de 2026 el programa esté vigente en todo el país. “Con Salud casa por casa ya llegamos a millones de hogares; ahora aseguramos que las recetas se surtan sin excusas”, señaló.
Declaraciones oficiales
La secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, explicó que el programa está diseñado para garantizar el suministro de medicamentos esenciales, especialmente para enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes. “No puede haber justicia social si los más vulnerables siguen sin acceso a medicinas básicas”, afirmó.
Autoridades de Salud añadieron que se implementarán recetas electrónicas con código de barras para evitar falsificaciones y mejorar el control del abasto.
Polémica y críticas
Aunque el programa fue recibido con entusiasmo por sectores beneficiados, también generó polémica. Analistas y opositores cuestionan si el gobierno podrá garantizar el abasto continuo de medicamentos en un sistema históricamente marcado por desabasto y corrupción. La centralización del suministro en Farmacias del Bienestar abre el debate sobre el control político de la salud pública y la capacidad real de cubrir la demanda nacional.
Implicaciones sociales
De concretarse en tiempo y forma, el programa representaría un cambio estructural en el acceso a medicamentos para millones de mexicanos. Sin embargo, la presión sobre el gobierno será intensa: cualquier falla en el abasto podría convertirse en un golpe político y social de gran magnitud.