Gobierno confirma aumento del salario mínimo a 315.04 pesos en 2026
El salario mínimo en México aumentará a 315.04 pesos diarios en 2026. Conoce el impacto económico y social de esta medida en trabajadores y empresas.
Por Mario Victorino
El salario mínimo en México tendrá un nuevo incremento a partir del 1 de enero de 2026, alcanzando los 315.04 pesos diarios. La medida representa un paso más en la política de recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores, que en los últimos años ha mantenido un ritmo constante de aumentos por encima de la inflación.
Un aumento con impacto nacional
El ajuste beneficiará directamente a millones de trabajadores que perciben el salario mínimo, especialmente en sectores como comercio, servicios y manufactura. El incremento busca reducir la brecha de desigualdad y mejorar las condiciones de vida de quienes dependen de este ingreso como sustento principal.
El nuevo monto también tendrá repercusiones en prestaciones laborales vinculadas al salario mínimo, como aguinaldos, primas vacacionales y cuotas de seguridad social. De esta manera, el aumento no solo impacta en el ingreso diario, sino en el conjunto de beneficios que reciben los trabajadores.
Contexto económico
El aumento se da en un escenario de presiones inflacionarias y de recuperación económica tras años de ajustes en los precios de bienes y servicios. Con este incremento, el salario mínimo acumula una recuperación histórica en comparación con la década pasada, cuando su poder adquisitivo se encontraba en niveles críticos.
Especialistas señalan que el reto será garantizar que el alza no se traduzca en mayores costos para las pequeñas y medianas empresas, que concentran gran parte del empleo formal en el país. Sin embargo, el gobierno ha defendido que el aumento es necesario para equilibrar la distribución de la riqueza y fortalecer el mercado interno.
Implicaciones sociales
El nuevo salario mínimo de 315.04 pesos diarios refuerza la narrativa de justicia social y busca consolidar un modelo económico más incluyente. Para los trabajadores, representa un ingreso adicional que puede destinarse a cubrir necesidades básicas como alimentación, transporte y vivienda. Para el país, simboliza un avance en la política de recuperación salarial que ha sido uno de los ejes centrales de los últimos años.