¡Medicinas en riesgo! Gobierno debe 40 mil millones a farmacéuticas
Empresas farmacéuticas exigen al Gobierno federal el pago de más de 40,000 millones de pesos por adeudos acumulados en compras públicas. El conflicto amenaza el abasto de medicamentos y expone fallas en el sistema de salud.

Por Mario Victorino
El sector farmacéutico mexicano ha lanzado una advertencia urgente: el Gobierno federal acumula una deuda superior a los 40,000 millones de pesos por compras públicas de medicamentos, insumos médicos y servicios hospitalarios. Las principales empresas proveedoras exigen el pago inmediato de estos adeudos, acumulados durante los últimos años, para evitar una crisis de abasto que podría paralizar el sistema de salud pública.
La exigencia se produce en medio de una creciente tensión entre la industria farmacéutica y las autoridades sanitarias, luego de múltiples retrasos en pagos, cancelaciones de contratos y fallas en el modelo de compras consolidadas. El conflicto amenaza con escalar hacia tribunales nacionales e internacionales, mientras hospitales públicos reportan escasez de medicamentos esenciales.
¿Cómo se originó la deuda?
La deuda se remonta a la reconfiguración del sistema de adquisiciones implementado por el Gobierno federal desde 2020, cuando se centralizó la compra de medicamentos a través de la Secretaría de Hacienda y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS). Aunque el nuevo modelo prometía mayor transparencia y eficiencia, múltiples fallas operativas provocaron retrasos en licitaciones, entregas incompletas y pagos diferidos.
Empresas farmacéuticas señalan que han cumplido con los contratos adjudicados, muchas veces absorbiendo costos logísticos y financieros para evitar el desabasto. Sin embargo, la falta de liquidez provocada por los adeudos ha obligado a algunas compañías a reducir producción, despedir personal y suspender entregas.
Impacto en el sistema de salud
La falta de pagos no solo afecta a las farmacéuticas, sino que pone en riesgo el funcionamiento de hospitales, clínicas y centros de salud en todo el país. Instituciones como el IMSS, ISSSTE y hospitales estatales reportan escasez de medicamentos oncológicos, tratamientos para enfermedades crónicas, vacunas y antibióticos. El desabasto ha generado protestas de pacientes, denuncias de personal médico y llamados urgentes de organizaciones civiles.
Si el Gobierno no liquida los adeudos, el abasto podría colapsar en los próximos meses, afectando a millones de personas que dependen de servicios públicos para acceder a tratamientos médicos. El conflicto también podría escalar hacia demandas judiciales por incumplimiento de contrato y daños financieros.
Reacciones políticas y sociales
La exigencia de pago ha generado reacciones en el Congreso, donde legisladores de oposición han solicitado comparecencias de funcionarios de salud y hacienda. También se han presentado iniciativas para transparentar el monto total de la deuda y establecer un calendario de pagos verificable.
En redes sociales, el tema ha generado indignación, especialmente entre pacientes que han documentado la falta de medicamentos en hospitales. El hashtag #MedicinasYa se ha viralizado, acompañado de testimonios sobre tratamientos suspendidos y diagnósticos postergados por falta de insumos.
¿Qué puede ocurrir?
El Gobierno federal enfrenta una presión creciente para resolver el conflicto. Las farmacéuticas han dado un plazo para recibir propuestas de pago, advirtiendo que de no haber respuesta, podrían suspender entregas a nivel nacional. La Secretaría de Salud ha reconocido la existencia de adeudos, pero no ha presentado un plan público para saldarlos.
La crisis pone en evidencia las fallas estructurales del modelo de compras públicas y la necesidad de reformar los mecanismos de contratación, fiscalización y pago. Mientras tanto, el país enfrenta el riesgo de una emergencia sanitaria provocada no por una epidemia, sino por una deuda que amenaza con paralizar el acceso a medicamentos.