Sheinbaum y Trump tejen nuevo acuerdo arancelario, a días de que venza la prórroga tarifaria de EE. UU.
Claudia Sheinbaum y Donald Trump afinan un nuevo acuerdo arancelario antes de que venza la prórroga tarifaria el 1 de noviembre. La negociación busca resolver 54 barreras no arancelarias pendientes.
Por Mario Victorino
A solo días de que expire la prórroga tarifaria entre México y Estados Unidos, la presidenta Claudia Sheinbaum y su homólogo estadounidense Donald Trump sostuvieron una llamada telefónica para afinar los detalles de un nuevo acuerdo comercial. El plazo vigente vence el próximo 1 de noviembre, y ambas partes buscan evitar un incremento arancelario que afectaría productos clave del intercambio bilateral.
Durante la conversación, Sheinbaum y Trump acordaron extender el diálogo por unas semanas más para cerrar los temas pendientes, entre ellos 54 barreras no arancelarias que han generado fricciones en sectores como manufactura, agroindustria y tecnología.
Enfoque comercial, sin migración ni seguridad
La presidenta mexicana aclaró que la llamada se centró exclusivamente en temas comerciales. Migración y seguridad, dos áreas tradicionalmente sensibles en la relación bilateral, no fueron abordadas en esta ocasión, ya que según Sheinbaum, existen acuerdos previos que han funcionado adecuadamente.
La mandataria calificó el diálogo como breve pero productivo, y destacó que ambas partes están cerca de cerrar los puntos críticos que permitirían renovar el acuerdo sin imponer nuevas tarifas.
Riesgo de aranceles del 30 %
El vencimiento de la prórroga tarifaria implica que, de no alcanzarse un nuevo acuerdo, Estados Unidos podría aplicar aranceles de hasta el 30 % a productos mexicanos, especialmente en sectores como autopartes, acero, alimentos procesados y dispositivos electrónicos. Esto pondría en riesgo miles de empleos y afectaría la competitividad de México en el mercado norteamericano.
La negociación busca evitar ese escenario, manteniendo el flujo comercial sin nuevas barreras y fortaleciendo la integración económica entre ambos países.
Barreras no arancelarias: el punto crítico
Las 54 barreras no arancelarias pendientes incluyen requisitos técnicos, certificaciones, inspecciones sanitarias y restricciones logísticas que afectan el acceso de productos mexicanos al mercado estadounidense. Resolver estos obstáculos es clave para garantizar condiciones equitativas y evitar medidas proteccionistas que limiten la exportación.
Sheinbaum ha insistido en que México está dispuesto a cumplir con estándares internacionales, pero exige reciprocidad y transparencia en la aplicación de normas por parte de Estados Unidos.
Implicaciones para el comercio bilateral
México es el principal socio comercial de Estados Unidos, con un intercambio que supera los 800 mil millones de dólares anuales. Un aumento de aranceles o nuevas restricciones pondría en riesgo esa dinámica, afectando cadenas de suministro, precios al consumidor y estabilidad económica en ambos países.
El nuevo acuerdo arancelario, si se concreta, podría consolidar una etapa de cooperación pragmática entre Sheinbaum y Trump, enfocada en resultados económicos más que en confrontaciones ideológicas.