Trump autoriza al Ejército de EE. UU. a combatir cárteles de droga en el extranjero
Donald Trump autoriza al Ejército de EE. UU. a operar contra cárteles de droga en el extranjero, marcando un giro radical en la estrategia antidrogas. Implicaciones legales, diplomáticas y de seguridad regional.

Por Mario Victorino
La administración del presidente Donald Trump ha reactivado una orden ejecutiva que permite al Ejército de Estados Unidos llevar a cabo operaciones militares contra cárteles de droga fuera del territorio nacional. La medida, firmada en secreto durante su mandato y recientemente confirmada por fuentes del Pentágono, redefine el enfoque tradicional de combate al narcotráfico, desplazando el liderazgo de agencias civiles como la DEA hacia una estrategia de intervención directa con fuerza letal.
La orden contempla acciones en altamar, zonas fronterizas y países latinoamericanos, sin necesidad de acuerdos bilaterales ni autorización explícita del Congreso. Esta decisión se enmarca en una narrativa de seguridad nacional que vincula el tráfico de fentanilo y otras drogas sintéticas con amenazas terroristas, permitiendo al Departamento de Defensa actuar bajo el amparo de leyes antiterrorismo.
🧨 Cárteles como objetivos militares: ¿quiénes están en la mira?
Entre las organizaciones señaladas por el gobierno estadounidense se encuentran:
Cártel de los Soles, con presuntos vínculos con altos mandos del régimen venezolano.
Mara Salvatrucha (MS-13), considerada una amenaza transnacional por su presencia en Centroamérica y EE. UU.
Tren de Aragua, grupo criminal venezolano con expansión regional.
Cártel de Sinaloa, señalado como principal responsable del tráfico de fentanilo hacia EE. UU.
La designación de estos grupos como “organizaciones terroristas extranjeras” permite al Pentágono desplegar operaciones ofensivas sin necesidad de declarar guerra formalmente, lo que ha encendido alarmas en círculos diplomáticos y jurídicos.
⚖️ Implicaciones legales y diplomáticas
Expertos en derecho internacional advierten que el uso de fuerza militar en países soberanos sin consentimiento explícito podría violar tratados internacionales y generar tensiones diplomáticas. La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum ha rechazado cualquier intervención militar en su país, calificándola como una amenaza a la soberanía nacional.
En paralelo, la administración Trump ha duplicado la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, elevándola a 50 millones de dólares, en un intento por vincular al mandatario venezolano con redes de narcotráfico transnacional.
🌎 ¿Qué significa esto para América Latina?
La decisión de militarizar la lucha contra el narcotráfico podría tener consecuencias profundas en la región:
Desestabilización diplomática: Países como México, Colombia y Venezuela podrían enfrentar presiones para aceptar operaciones extranjeras o endurecer sus propias políticas de seguridad.
Escalada de violencia: La intervención militar directa podría provocar enfrentamientos con grupos armados, afectando a comunidades civiles.
Redefinición de alianzas: La estrategia podría modificar los términos de cooperación bilateral en seguridad, inteligencia y control fronterizo.
📈 ¿Una estrategia efectiva o una provocación política?
Aunque la administración Trump sostiene que esta medida busca frenar la epidemia de sobredosis en EE. UU., críticos señalan que se trata de una maniobra política que podría agravar la violencia en América Latina y debilitar los mecanismos multilaterales de combate al narcotráfico.
La militarización del problema, sin un enfoque integral que incluya prevención, salud pública y desarrollo económico, podría generar más riesgos que soluciones. En este nuevo escenario, la región enfrenta el desafío de defender su soberanía sin desatender la urgencia de combatir el crimen organizado.