La Cámara de Diputados aprobó en lo particular la Ley de Aguas tras una sesión maratónica. El dictamen avanza al Senado y genera debate nacional.
El próximo 5 de enero se cumplirá un año desde que la presidenta Claudia Sheinbaum anunció, en Tepeapulco, Hidalgo, la sustitución total del combustóleo por gas natural en la termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos”, ubicada a casi 8 kilómetros de la ciudad de Tula.
Los ejidatarios se han unido en defensa de la agricultura regional y por el agua. Su principal objetivo no solo es proteger la tierra, sino también preservar los recursos naturales ante el cambio climático y el desabasto de agua, así como combatir las omisiones de las autoridades federales, estatales y municipales.
El crecimiento urbano e industrial desregulado en México ha provocado la contaminación de ríos, lagos, costas y acuíferos debido a descargas domésticas, agrícolas e industriales. Este fenómeno afecta negativamente la flora y fauna, la salud humana, el medio ambiente y el paisaje.
En Toluca, los piperos dispararon los precios del agua ante la escasez, generando preocupación ciudadana y presión sobre las autoridades locales para garantizar el abasto.
Pareciera que en México existe una política de moda que se llama: extender superficies ecológicas. La narrativa suena llamativa, pagadora, pero bien sabemos que en el mayor de los casos solo queda en buenas intenciones.